
Es el cuarto hijo de Tau y Kerana. A este ser mitológico se lo describe como un pequeño niño rubio que anda siempre desnudo y con un bastón en la mano que según se dice es la fuente de sus poderes y si lo pierde se convierte en un niño indefenso. Sus costumbres son raptar a los niños que juegan ala siesta hipnotizándolos con su bastón y llevándolos al bosque donde se pierden o viven con el Jasy Jatere comiendo gusanos y frutas del bosque y luego éste los abandona pero antes les da un beso en la frente que los deja mudos o locos.
Existen historias donde cuentan que los niños desaparecen ala siesta y vuelven mudos o locos, por lo que se culpa al Jasy Jatere.